ESPACIO A LA RAZÓN: 2007-06-24

Rayos, creo que el cielo a caído, las ventanas del cuarto se comienzan a humedecer, y de pronto mis manos se congelan, mis labios se mueven lentamente y las palabras salen sin coherencia, si el frío esta presente y corrompe mi humanidad, la virtud de vivir se congela lentamente y las manecillas del reloj de pared comienzan a girar al revés, el revoloteo del viento se hace presente y el calor de la tarde ha muerto soñando y para desentumirme un rato, comienzo a escribir fríamente esta entrada.

Frío frío, caliente caliente, es la expresión que escuche en mi calle al regresar de la escuela, los niños de la colonia jugaban a esconder cosas y los demás tenían que encontrarlas, me detuve un rato a observarles, y al revisar cada una de sus expresiones me di cuenta que entre el frío y el calor existe una distancia tiempo imposible de alcanzar, es una distancia que no se puede determinar. Corrían y brincaban los niños, de pronto vi pasar a mi vecina comiendo un helado de limón, llevaba de la mano a su hermanita y su hermanita iba degustando una paleta de hielo, el tiempo me paso de corrido y me dio sed, me dirigí a la tienda y pedí un refresco, si, el mas frío porque el calor era insoportable.

Entonces recordé mi amor de adolescencia donde a mi novia la cubría con mi sweter del frió para que pudiésemos seguir jugando bajo la fría lluvia, recordé además que en un cubo de hielo repetí su imagen, pues en ocasiones ella se portaba fría conmigo y solo así la recordaba, claro el cubo de hielo tenia que guardarlo en el refrié, para que se mantuviera frío y así acudir a el para verla cuantas veces quisiera; Además también me llego a la cabeza aquella tarde en la que con mis mejores amigos fuimos a la marqueza, recuerdo bien que mi compa Amau esta molestisimo porque de todas la chelas que llevábamos solo una estaba fría y no había sido la que a él le toco, después de una larga tarde el frió se hizo presente lo que nos hizo correr apresuradamente al coche donde todos juntos partimos de regreso a casa para evitar el frió de esa ya pasada tarde.

Así es, esta tarde me hizo reflexionar acerca de los momentos buenos y malos de la vida y me hizo caer en la cuenta de que el frió es esencial en ciertas ocasiones y en otras tantas le huimos, que ironía ¿no?

Al fin la tarde cayó y se me antojo una chala bien fría, pero mejor voy a casa porque a terminado de llover, los niños ya dejaron de jugar y yo sin playera, saben, ya me dio frió. Hay se ven...

"La hierba de las pampas cae y el ojo puede ver como el frío aumenta."