En ocasiones cuando pienso lo que pienso, me pregunto cuantos como yo estarán pensando lo mismo, cuantos llegaran a las mismas conclusiones o a las mismas cosas, aun no lo se, pero no voy a perderme la oportunidad de escribir esto que pienso a diario...
Muchos de nosotros tenemos la vida en las manos, lo único malo es que la vida se nos va pasando y va cayendo hasta que se agota y al final nos dimos cuenta de que lo único que falto fue cerrarlas, sostenerla hasta saciarnos de ella, así como pasa la vida pasan muchas cosas mas, trabajos, amores, cuentas millonarias y lo unico que hacemos es verlas pasar, no nos aferramos a ello que no nos es tan distante, pero hay algo que siempre pasa frente a nosotros y nunca lo notamos, algo que engloba a lo antes ya mencionado, algo que siempre andamos buscando, siempre queremos que lleguen al súplico de un grito, queremos encontrarlas en nuestro andar cotidiano; si, así es, que de que hablo, de las oportunidades.
Las oportunidades siempre llegan al compas del reloj siempre congeniamos con ellas, ínclitos nos jactamos de tener la mejor oportunidad, nos sentimos superiores por que eso que esperábamos nos llego a nosotros, como por ejemplo: un buen trabajo, una buena novia, un buen carro barato, etc. y entonces comenzamos a trabajar en estas, nuestras oportunidades, comenzamos bien, creemos que nos va bien, y de pronto como todo buen mexicano, comenzamos a fallar, comenzamos a desistir en eso por lo que esperábamos, faltamos en todas las formas, y creemos que no nos llena lo que tanto esperábamos, nos sentimos cansados, afligidos, ansiosos por ya salir del trabajo o por llegar a casa, hasta que por fin lo dejamos por la paz y nos retiramos, como todo buen cobarde tiramos la toalla, dejamos tiempo y esfuerzo en la cancha y nos sentimos orgullosos justificándonos con un: es que me explotaban mucho, me levanta muy temprano y salia muy tarde, etc. regresamos entonces a la vida antes de que esa oportunidad nos llegara. un buen día llega otro ciudadano, igual que nosotros, pero mas decidido y con mucho mas carácter, le dan la misma oportunidad a la que tu desististe y el se aferra a ella, lucha por ser mejor en eso que espero tanto tiempo, y al pasar de los años lo vez conduciendo un auto ultimo modelo y con un gafete que dice: gerente de ventas. El secreto, sencillo, el no dejo pasar una oportunidad que tu decidiste perder.
las oportunidades van y vienen, están siempre aquí con nosotros, depende de nuestro carácter para decidir si la dejamos o no perder. Esta vez yo no perdí la oportunidad de escribir lo que pensaba, tu no te pierdas la oportunidad de leerlo y leer mas sobre esto.
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